En los últimos 25 años la implementación de metodologías Lean y otras originarias de la misma, han tenido un auge exponencial a nivel internacional, formando parte de la cultura de las empresas.
Lean es aplicada en distintas ramas de producción a nivel profesional, pero cuando hablamos de la construcción esta filosofía se ve un poco difusa en su implementación. En el sector de la construcción, la difusión de nuevas filosofías parece estar bastante limitada y su aplicación es incompleta. Algunas áreas como la fabricación de los materiales, la fabricación de ventanas y de viviendas prefabricadas son algunas de las que han adoptado sistemas de control de calidad, así a la vez utilizando metodologías como Justo a Tiempo [Just in Time (JIT)].
Pero, ¿por qué ha sido tan lenta la difusión de nuevas filosofías de producción en la construcción? Según (Alarcón, 1997) las barreras más importantes en la implementación de estas nuevas ideas en la construcción parecen ser las siguientes:
• Los casos y conceptos comúnmente presentados para mostrar e introducir un nuevo enfoque han sido usualmente muy específicos para algunos tipos de manufactura y no ha sido fácil internalizarlos desde el punto de vista de la construcción;
• La relativa falta de competencia extranjera en la construcción;
• La lenta respuesta de los institutos académicos y universidades.
De todas formas, estas barreras parecen ser de naturaleza temporal. Esta lenta difusión no se explica por una insuficiencia de nuevas filosofías, se justifica por otros análisis de pérdida en coste, tiempo y una mentalidad cortoplacista.
Lean es una herramienta que se centra mucho en el desperdicio y sus derivaciones, la pregunta es ¿en qué grado el problema asociado con la producción convencional, como se observa en la manufactura, existe también en la construcción? Si el flujo en la construcción ha sido históricamente descuidado, es lógico que la construcción de hoy en día tenga una cantidad de desperdicio considerable. (Alarcón, 1997).
La cantidad de desperdicio generado en la construcción, no ha sido estudiada del todo, pero se ha podido recolectar información particular de varios países, datos facilitados por (Alarcón, 1997). De dicha tabla observe el enorme desperdicio de tiempo en obra empleado en actividades que no añaden valor, el cual representa aproximadamente 2/3 del tiempo total. Otros grandes desperdicios son el coste de la no conformidad con la calidad, y el exceso del consumo de materiales en obra, que suponen el 12% y 10% del coste total respectivamente.
De todas formas, (Alarcón, 1997) afirma que, en la construcción, al no tratarse el desperdicio, éste parece invisible e imposible de eliminar.
Lean es una metodología que puede lograr una disminución del desperdicio considerable con la aplicación de sus herramientas. Entonces, ¿Disminuir el desperdicio es aumentar los beneficios sin afectar a los clientes? ¿Estamos utilizando estas herramientas? ¿Por qué?
Es importante que todas las empresas puedan aprender a utilizar las herramientas de Lean y para ello se deben implementar programas formativos subvencionados o financiados por el Gobierno. Para esto se debe conocer el grado de aplicación que se pretende alcanzar y la cantidad de empresas en las que es necesario intervenir, analizando todo el sector construcción. Pero ¿Debemos esperar que el gobierno actué? o ¿Empezamos a actuar nosotros?
Fuente consultada: Alarcón, L. (1997). Lean Construction. New York: Taylor & Francis Group.
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